PADRES DIVORCIADOS
Actualmente nuestro país y el mundo entero registran los mayores índices de divorcio de todos los tiempos. En México el 70% de los matrimonios termina en divorcio. Reflejo indiscutible de una sociedad falta de compromiso personal, de carencias personales no resultas del pasado y pensar que en el otro se podrán resolver, que el compañero o compañera son responsables de la propia felicidad y la falta de habilidad para darse uno mismo lo que necesita.
Sean cuales sean las causas que orillan a tomar esta decisión, es necesario saber e informarse de la mejor forma de llevar a cabo este proceso en beneficio de los hijos.- Un buen divorcio es preferible a un mal matrimonio. Es importante comprometerse a hacer las cosas mejor de lo que se hicieron durante el matrimonio
- La opción de disolver la familia tradicional es preferible a enseñar mediante el ejemplo cómo vivir sin amor, respeto, honestidad y en conflictos continuos.
- El divorcio no necesariamente tiene que afectar a los niños negativamente si los padres deciden que en todas las decisiones van a tomar en cuenta EL BIENESTAR DE LOS NIÑOS
- La preparación para todas las transiciones es importante: Explicar detalles/planes/el hecho de que la separación de los padres NO ES SU culpa
- Tener un PLAN específico para mantener el contacto regular con ambos padres es crucial, excepto en los casos de violencia doméstica/abuso corporal, sexual, emocional
- Evitar discusiones de temas de adultos en presencia de los niños; no es importante que sepan todos los detalles de lo que llevó a la separación; según crezcan, irán preguntando y podrán procesar la información con menos dificultades
- Los ex-esposos deben trabajar en cómo desarrollar una mejor comunicación con respecto a todo lo que concierne a los hijos, independientemente de los problemas entre ellos
- Acceso y participación de ambos padres es importante por el tiempo que los hijos lo necesiten.
- ¿Por qué?
- ¿Es mi culpa?
- ¿Qué tal si los dos me dejan?
- ¿Qué va a pasar conmigo ahora?
- ¿Qué va a pasar ahora?
- ¿Qué se supone que haga yo?
- ¿Puedo arreglar esto?
- ¿De qué lado estoy?
- ¿Cuándo me voy a sentir mejor?
- ¿Cuándo se mejorarán las cosas?
- ¿Se normalizarán las cosas algún día?
Bebés (0-1 año):-
- No comprenden las razones del conflicto, pero se dan cuenta del clima emocional del hogar, sienten la tensión y el descontento.
- - Se dan cuenta de los cambios en los niveles de energía y en estado emocional de los padres.
- - Se dan cuenta de cuando uno de los padres ya no está en el hogar.
- - Dependen totalmente de los adultos que los cuidan.
- - Comienzan a desarrollar confianza en otros y en el mundo.
- - Cuánto tiempo se pase con los bebés determina la formación de los lazos afectivos.
- - Fíjese si muestran señales de malestar. Si lucen más irritables, nerviosos, si demuestran más rabietas, pérdida de apetito, o retrasos en su desarrollo.
- - Hágales sentirse seguros demostrándoles afecto, meciéndoles, tocándoles, hablándoles con cariño.
- - Mantenga sus juguetes y objetos favoritos a la mano.
- - Mantenga las rutinas lo más posible.
- Introducir personas nuevas gradualmente.
- Necesitan estabilidad y predictibilidad.
- Son egocéntricos: creen que causan todo lo que pasa.
- Fíjese si muestran señales de malestar: llanto excesivo, apego extremo, dificultades al dormir, pesadillas, ansiedad de separación, regresión a comportamientos más inmaduros.
- Ofrecerles más atención y cariño, especialmente a la hora de separarse.
- Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.
- Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.
- Demostrar que comprenden su malestar.
- Mantener las rutinas lo más posible.
- Introducir personas nuevas gradualmente.
- Necesitan estabilidad y predictibilidad.
- Son egocéntricos. Creen que causan todo lo que pasa, piensan que pueden controlar los eventos, se sienten responsables o culpables del divorcio.
- Tienen fantasías sobre la reconciliación de los padres.
- Fíjese si muestran señales de malestar: tristeza, confusión, preocupaciones, temores, pesadillas, agresión, regresión a comportamientos más inmaduros, aislamiento, apego extremo, quejosos.
- Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.
- Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.
- Leerles libros sobre el divorcio.
- Animarles a hacer preguntas y a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos.
- Demostrar sensibilidad a sus temores.
- Decirles repetidamente que no son responsables por el conflicto o el divorcio.
- Apoyar la relación de los niños con el otro padre, a menos que sea peligroso.
- Mantener las rutinas lo más posible.
- Introducir personas nuevas gradualmente.
Niños de escuela primaria (5-12 años):
- - Se dan cuenta de lo que pasa, pero carecen de las destrezas necesarias para lidiar con los conflictos.
- - Pueden comprender el concepto de divorcio.
- - Penan la pérdida de la familia como era antes del divorcio.
- - Pueden sentirse rechazados por los padres.
- - Tienden a culpar a otros, a menudo a uno de los padres.
- - Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.
- - Fíjese si muestran señales de malestar: tristeza, problemas académicos y/o sociales en la escuela, comportamiento inapropiado, achaques físicos, conflictos entre hermanos por competencia.
- Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.
- Leer libros sobre el divorcio.
- Animarles a hacer preguntas y a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos.
- Demostrar sensibilidad a sus temores.
- Decirles repetidamente que no son responsables por el conflicto o el divorcio.
- Apoyar la relación de los niños con el otro padre, a menos que sea peligroso.
- Mantener las rutinas lo más posible.
- Introducir personas nuevas gradualmente.
- Están más envueltos con su grupo de pares y dependen menos de sus padres que los niños menores.
- Les preocupa el impacto del divorcio en sus relaciones.
- ienten dudas de sus propias capacidades de establecer relaciones a largo plazo.
- Pueden tratar de tomar ventaja de los padres.
- Mantener abiertas las vías de comunicación.
- Ser justo y razonable al asignarles responsabilidades.
- Apoyar la relación de los muchachos con el otro padre, a menos que sea peligroso.
- Fíjese si muestran señales de malestar: ira y hostilidad extrema, actitud desafiante, preocupación por asuntos financieros u otros asuntos de adultos, auto-concepto disminuido, aislamiento, problemas académicos o sociales en la escuela, comportamientos impredecibles o arriesgados.

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